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Construcción del crédito: comienza con una tarjeta

El crédito es mucho más que una tarjeta de plástico. Tu historial crediticio puede ayudarte a avanzar en la vida o impedírtelo.

Establecer un buen nivel de crédito es fundamental si tienes pensado tomar un préstamo en algún momento para comprar un auto o una vivienda. Como las tarjetas de crédito suelen ser la primera exposición al crédito de los jóvenes, echemos un vistazo a algunos datos básicos sobre las tarjetas de crédito.

Las tarjetas de crédito son una forma simple y conveniente de establecer crédito, siempre que las uses con inteligencia. Sin embargo, también pueden meterte en problemas. En el mejor de los casos, con las tarjetas de crédito puede resultar difícil ajustarse a un presupuesto. En el peor de los casos, pueden tentarte a gastar de más hasta el punto de no poder pagar tus facturas.

Para disfrutar de los beneficios del crédito y evitar los posibles inconvenientes que puede generar, necesitas comprender los principios básicos sobre cómo obtener, usar y administrar una tarjeta de crédito.

Los cuatro tipos de plástico

Tarjeta de crédito: con una tarjeta de "crédito" tradicional, cargas los artículos a tu cuenta y, al recibir la factura más tarde, tienes la opción de pagarla en su totalidad o abonar al menos el "pago mínimo adeudado". Sea cual fuere el monto que no pagues, se trasladará al mes siguiente y se te cobrarán intereses sobre esa deuda. A esto se lo denomina crédito renovable.

Tarjeta de cargos: una tarjeta de "cargos" no te permite trasladar un saldo de un mes a otro. Tienes que pagar el saldo total al recibir tu factura. Aprovechas la practicidad del plástico sin el riesgo de contraer deudas o pagar altos cargos de intereses.

Tarjeta de débito: una tarjeta de "débito" te ofrece la practicidad de pagar con el plástico y no tener que llevar efectivo, pero no te adelanta ningún monto de dinero que aún no tengas. Las tarjetas de débito están conectadas a tu cuenta corriente y el dinero se descontará de allí.

Tarjeta de regalo: una tarjeta de "regalo" es similar a una tarjeta de crédito pero funciona como una tarjeta de débito. Con una tarjeta de regalo, puedes pagar con el plástico pero solo el monto de dinero que tenga la tarjeta prepagada. Puedes recibir estas tarjetas como regalo de cumpleaños para usar en la cafetería, la tienda de música o el centro comercial. También puedes comprarlas tú mismo para pagar con el plástico sin la tentación de superar tu asignación para gastos presupuestados al ir de compras.

El costo del crédito

  • Todas las tarjetas de crédito que permiten llevar un saldo de un mes a otro tienen una tasa de porcentaje anual (TPA). La TPA es una medida del costo total anual del crédito (intereses más otros cargos).
  • La tasa periódica es la tasa aplicada al saldo de tu cuenta para determinar tu cargo financiero en cada período de facturación.
  • Muchas tarjetas también cobran un cargo anual por membresía que puede ser de $25 a $50, o más en el caso de las tarjetas doradas, platino y otras versiones "premium".
  • También se cobran otros cargos por solicitar adelantos de efectivo, hacer pagos fuera de término y superar tu límite de crédito.

El límite de crédito es lo que puedes gastar, no lo que deberías gastar

Tu límite de crédito es el monto máximo que puedes gastar con tu tarjeta y se establece en función de tus antecedentes financieros e historial crediticio. Si tu saldo supera el límite de crédito, se te cobrará un cargo adicional cada mes hasta que pagues una proporción suficiente de tu saldo para que vuelva a estar por debajo del límite.

Para administrar tu crédito correctamente, necesitas comprender la diferencia entre el límite de crédito y la cantidad de crédito que puedes costear. Solo porque el emisor de una tarjeta de crédito te otorgue un límite de mil dólares no significa que puedas costearlo o que debas usarlo.

Usar el crédito con inteligencia significa:

  • Proteger tu calificación de crédito.
  • Controlar tus gastos.
  • Pagar tus facturas puntualmente.
  • Pagar más que el monto mínimo adeudado.
  • Conservar copias de tus recibos y compararlos con tu factura mensual.
  • Tener una lista de todos tus números de cuenta en caso de que pierdas o te roben las tarjetas.
  • Protegerte del fraude con tarjetas y el robo de identidad al cortar tus tarjetas viejas y destruir los estados de cuenta y las ofertas de tarjetas de crédito no deseadas.